lunes, 6 de febrero de 2012

Nos queda al menos lo vivido.

-¿Te quedarás conmigo?
+¿Quedarme contigo? ¿Para qué? ¿Para estar discutiendo todo el tiempo?
-Eso es lo que hacemos discutir. Tu me dices cuando doy mucho la tabarra y yo te digo cuando eres un maldito arrogante. Sé que no puedo herir tus sentimientos, porque tienen un promedio de dos segundos de rebote y otra vez vuelves a la carga.
+¿Entonces qué?
-Pues que no va a ser fácil, va a ser muy duro. Tendremos que esforzarnos todos los días y quiero hacerlo porque te deseo. Quiero tenerte para siempre, tu y yo todos lo días, ¿harías algo por mí? Por favor, imagina tu vida dentro de 30 o 40 años...¿cómo la ves? Si es junto a ella, vete. Te largaste una vez y lo soportare otra si creyera que es lo que quieres, pero jamás tomes la vía fácil.
+¿A qué vía te refieres? No hay ninguna fácil, haga lo que haga alguien acabará sufriendo.
-¿Podrías dejar de pensar en lo que quieren los demás? Incluso olvida lo que yo quiero, ¿tu qué quieres?
+No es tan sencillo.

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